En las coordenadas 9,4S, 25,7W hay un pequeño cráter de 6 km de diámetro que hasta 2002 se llamaba
Eppinger en honor de un médico nacido en Praga en 1879 y que había sido el doctor personal de Josef Stalin y otras personalidades de la época.
El doctor
Hans Eppinger tuvo una personalidad fría y agresiva. Su afiliación al partido nazi le condujo hasta el Juicio de Nuremberg, en 1946, donde se suicidó ingiriendo un veneno un mes antes de testificar.
En la pre-guerra prestó sus servicios en Colonia y Viena; inteligente y hábil clínico, perseguía objetivos de "pura" ciencia y por esto, por ejemplo, no tenía inconveniente en hacer autopsias sin permisos legales. Fue amigo de Hans Popper, eminente, hepatólogo del
Hospital Monte Sinaí de Nueva York, habiéndole salvado la vida en Viena cuando le informo que la Gestapo iba a detenerlo por judío.
Uno de sus proyectos de experimentación durante la guerra fue el de hacer potable el agua de mar por medio de la adición de una sustancia química, el Berkatit, que le quitaba el sabor salado sin eliminar el cloruro de sodio; como sujetos de experimentación fueron escogidos 44 prisioneros de Dachau, la mayoría gitanos. En defensa de
Eppinger habría que decir que se hubiera preferido incluir soldados alemanes voluntarios por aquel tiempo escasos, para recibir el agua con Berkatit; no está claro si hubo muertos en el ensayo aunque sí efectos colaterales como cólicos, diarrea y deshidratación; y que él esperaba que la sustancia, que contiene vitaminas, ayudara al riñón sobrecargado por el sodio. Testigos presenciales han relatado que los pacientes tenían una deshidratación tan grande que era fácil verlos chupar el suelo de la sala en la que estaban internados cuando los limpiadores pasaban las fregonas.
También era conocido por su trato inhumano a los pacientes, en una ocasión llevó un paciente a una de sus clases y lo presentó a sus alumnos con las siguientes palabras:
"La nefritis se puede comparar con una tragedia en cinco actos, y", señalando hacia el paciente,
"éste es el acto final de la tragedia". El paciente comenzó a llorar y, obviamente, estuvo angustiado durante toda la lección.
Esta historia y la vida toda del profesor
Eppinger habrían pasado al olvido (este tipo de cosas son pálido reflejo de lo que hizo
Mengele), si no hubiese sido porque la
Fundación Falk de Friburgo, Alemania, decidió hace algunos años instituir un premio de ciencias en su nombre; destacados investigadores, incluidos laureados con Nobel, lo recibieron.
Hasta que un profesor de Yale, Howard Spiro, armó un revuelo a través del
New York Times y de la revista
Time.
Spiro al considerar que su nombre no debía ponerse de ejemplo para las nuevas generaciones. Y con la ayuda del
Centro Wiesenthal de Los Ángeles (que dirige investigaciones sobre el holocausto judío), logró la cancelación del premio.
El cráter
Eppinger, bautizado oficialmente por la
Unión Astronómica Internacional en 1976 en el trigésimo aniversario de la muerte del doctor, es una formación de 6 Km ubicada a 9.4º de latitud Sur y 25.7º de longitud Oeste en la sección occidental del
Mare Cognitum, al este de la cadena montañosa
Montes Riphaeus.
El 28 de octubre de 2002, el
WGPSN (Working Group for Planetary System Nomenclature), tras verificar la conexión del
Dr. Hans Eppinger con los campos de concentración nazi votó unánimemente para anular la designación Eppinger de la Luna. El grupo agradeció el trabajo de
Lunar Republic Society para aclarar los hechos. Actualmente el cráter conserva su antigua denominación
Euclides D.
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2004-11-09, 01:00 | 5 comentarios