Casi todos los aficionados a la Astronomía que contamos con un telescopio hemos pasado el rito de observar los objetos de cielo profundo del
catálogo Messier. Estamos habituados a conocer muchos de los objetos más sobresalientes del cielo nocturno por su nombre en este catálogo, todos sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de
M13 o de
M57.
Pero el cielo nocturno ofrece otro objeto que es mucho mayor y más cautivador visualmente que cualquier objeto del catálogo Messier: la Luna. A pesar de ello una gran mayoría de astrónomos aficionados no pasan de la fase de observador casual y no adquieren el conocimiento necesario para comprender y, por tanto, apreciar en su justa medida las maravillas que oculta nuestro satélite natural.
La lista
Lunar 100 es una creación del científico y escritor estadounidense
Charles Wood, autor de la columna mensual sobre observación lunar en la prestigiosa revista
Sky & Telescope. Esta lista obedece al objetivo de ofrecer a los observadores lunares una selección de objetos interesantes ordenados de menor a mayor dificultad. De hecho, sin haber apuntado el telescopio ya podemos tachar de la lista los tres primeros objetos.
L1 es la propia Luna que todo el mundo ha visto,
L2 es la luz cenicienta, un reflejo de la Tierra llena sobre la Luna y por tanto una luz doblemente reflejada,
L3 es la diferencia de color (visible a ojo desnudo) entre mares y tierras, debida a materiales de distinta composición. A partir de aquí empieza un listado de objetos para los que es necesario contar con un telescopio. Es suficiente con uno pequeño para los primeros objetos, aunque para los últimos resulta más aconsejable uno de mediana potencia. El objeto más pequeño de la lista tiene un diámetro de unos 3 Km, por tanto debería ser visible con un telescopio de 7,5 cm a gran aumento. De todas formas, algunas formaciones, tales como grietas estrechas o pequeños cráteres, requieren mayores aberturas para poder disfrutarse plenamente.
Todos objetos Messier pueden observarse en una sola noche entre marzo y abril, dando lugar a los famosos
Maratones Messier. El
catálogo L100 a pesar de estar confinado a una región de sólo medio grado en el cielo no puede observarse en una sola noche, ni siquiera en un mes. Algunas de las formaciones necesitan unas condiciones de iluminación solar muy particulares para ser visibles.
A continuación os dejo un enlace a la lista L100 y os invito a ir observando cada uno de los objetos, seguro que al final acabáis aficionados a la observación lunar, lo cual es una ventaja...así podéis aprovechar el telescopio las noches en las que hay Luna. La lista se puede consultar
aquí.
La primera columna indica el número de catálogo en la lista L100, mientras que la última columna indica la carta del atlas lunar de
Antonin Rükl en la que se encuentra la formación. Este libro es muy recomendable para todos aquellos que deseéis un atlas lunar de calidad, cuenta con una cuidadísima descripción de las formaciones y unos excelentes dibujos. Afortunadamente se ha vuelto a reeditar y se puede pedir a
Sky & Telescope, durante muchos años ha sido imposible encontrarlo y los ejemplares de segunda mano se cotizaban entre los 600 y 900 euros.
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2005-02-08, 01:00 | 4 comentarios