El viernes pasado estuve haciendo algunos vídeos de la Luna. Últimamente las condiciones atmosféricas distan mucho de ser buenas, algo que prácticamente ocurre en toda España, y ya se deja sentir la turbulencia local que provoca el suelo caliente. Los astrónomos aficionados somos, por naturaleza, inasequibles al desaliento, así que con más moral que el alcoyano pasé varias horas fotografiando la Luna.
Una de las zonas visibles de esta noche fue el cráter
Marius, de 41 km de diámetro que cuenta con un pequeño cratercillo de 3 km en su interior denominado
Marius G, el nombre del cráter es un homenaje al astrónomo alemás
Simon Mayer (1570-1624) quien descubrió los satélites de Júpiter de forma independiente. Este cráter no tendría el mayor interés de no ser por el impresionante paisaje de colinas o domos que se despliega a su alrededor. Las
colinas de Marius componen la 42ª entrada del
catálogo Lunar 100 de
Charles Wood.
Parece ser que el origen de estas formaciones volcánicas se encuentra en una elevación del magma del
Oceanus Procellarum. Se cuentan unos 300 pequeños domos de dos tipos: domos pequeños de 3 a 10 km de diámetro de base y unos pocos cientos de metros de altura y elevaciones mayores de hasta 1000 metros que sobresalen entre los domos menores. Todas ellas tienen un aspecto más empinado y abrupto que los domos lunares habituales y muy pocos presentan cráteres en la cima. Sin duda, se trata de pequeños volcanes, su forma es cónica y no semiesférica, como es habitual en los domos. En la región se han detectado anomalías en la gravedad que parecen evidenciar una condensación de magma a poca distancia de la superficie.
La siguiente fotografía tomada por la sonda
Lunar Orbiter IV, nos presenta una visión cenital de esta espectacular zona lunar. En
este enlace se pueden encontrar más fotografías de la zona realizadas mediante sondas.
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2005-05-24, 23:39 | 1 comentarios