Siempre me han gustado los libros, dicen que la mejor manera de conocer a un hombre es echar un vistazo a su biblioteca. Me han gustado los libros y me gustan las descripciones de bibliotecas en los libros. Nada mejor para hacerse una idea de la personalidad del personaje que conocer los volúmenes que atesoraba en su colección.
En las novelas de
H. P. Lovecraft (por cierto, astrónomo aficionado también), a las que fui muy aficionado en mis primeros años de Universidad, se describían con todo detalle las bibliotecas de los eruditos profesores que se atrevían a investigar aquello que no debía ser hollado. Entre ellos se encontraban títulos inventados como
De Vermis Mysteriis de Ludvig Prinn, los
Unaussprechlichen Kulten de Von Juntz o sobre todo el
Necronomicon de Abdul Alhazred, capaz de abrir las puertas a un mundo desconocido y de volver loco a todo aquel que se aventuraba entre sus páginas.
A pesar de ser un libro totalmente inventado, ha llegado a ser tan conocido que pasa por ser uno de los libros más solicitados en las bibliotecas públicas y en las librerías esotéricas. Ha sido fuente de inspiración para muchas películas, muchas de ellas de serie B, y también ha aparecido en muchas obras de otros autores que han seguido el ciclo de los
Mitos de Cthulhu creados por
Lovecraft, como August Derleth, Clarke Ashton Smith o Robert Bloch, por citar sólo unos cuantos.
En 1960, se descubrió en el archivo de la Biblioteca General de la Universidad de California, la siguiente ficha, elaborada sin duda por un estudiante bromista.
Esta ficha es deliciosamente plausible, ya que la sección BL 430 de la biblioteca está dedicada a las religiones primitivas, la B corresponde a un armario cerrado donde se guardan libros que no deben ser hojeados por cualquiera.
Junto a estos libros inventados hay otros reales, como el magnífico
The Golden Bough, obra del erudito
Sir James G. Frazer (existe
edición en español La Rama Dorada). En este monumental trabajo,
Frazier uno de los mayores eruditos del siglo pasado, hace un recorrido por los métodos de adoración, prácticas sexuales, rituales extraños y festivales de nuestros ancestros y en numerosas culturas. Se revela así la evolución humana desde las etapas salvajes hasta la civilización, desde la modificación de costumbres sangrientas y, a menudo, extrañas hasta la formación de los valores morales, éticos y espirituales establecidos.
En
La Rama Dorada también se cuentan muchos ritos relacionados con la Luna, desde ceremonias relacionadas con los eclipses a sacrificios humanos y de animales a la Luna.
No obstante, uno de los mejores libros que he leido sobre el papel de la Luna como inspiradora de mitos, es el fantástico
The Moon: Myth and Image obra de
Jules Cashford. Los cuentos y leyendas sobre la Luna son tan antiguos como la consciencia humana, en su libro,
Cashford explora el profundo impacto de la Luna sobre la psique humana a través de la historia, desde la época de las cavernas hasta la llegada de Internet. Los primeros hombres adoraron y temieron a la Luna, interpretaron sus fases como parte de un ciclo infinito de resurrección en el que cada fase lunar estaba ligada a una etapa de la vida, nacimiento, crecimiento, madurez, muerte, renacimiento...estableciendo un intrincado vínculo que nos ligaba a la Luna. Las asociaciones de la Luna se ampliaban a otros campos, como la agricultura, la fertilidad y el destino.
Cashford nos presenta ideas que han aflorado en distintas épocas de la historia y en diferentes lugares, como la idea de la relación de la Luna con las lluvias en la Europa medieval o en el folklore hindú.
Si interesa conocer las relaciones del hombre con el medio, sus costumbres y rituales, te recomiendo que leas estos dos libros. Seguro que no te arrepientes.
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2005-05-31, 15:02 | 2 comentarios