En la isla estona de
Saaremaa se encuentra una de las formaciones geológicas más interesantes del norte de Europa: el cráter de
Kaali.
Se trata del cráter meteorítico mejor conservado de Europa y uno de los más accesibles del mundo para visitarlo.
Los primeros exploradores dedujeron que el cráter de
Kaali era una depresión volcánica o una sima de origen kárstico formada por la disolución de la caliza o el yeso.
J. Kalkun-Kaljuvee sugirió por primera vez en 1922 el origen meteorítico de esta cuenca lacustre. En 1937
Ivan Reinvald recogió 30 fragmentos de hierro meteorítico procedente de los cráteres adyacentes. El análisis de los fragmentos mostró que el meteorito que cayó aquí pertenecía al tipo de meteorito más frecuente, octahedrita, con un contenido de Fe y Ni del 91.5 y 8.3%, respectivamente.
La estructura de los cráteres y la distribución del material sugiere que el meteorito cayó desde la dirección este-nordeste con un ángulo de 45 grados. La masa inicial del meteorito se estima entre 400 y 10.000 toneladas con una velocidad de entrada en la atmósfera de entre 15 y 45 km/s. Se calcula que el impacto debió tener lugar hace unos 4000 años.
En la siguiente foto me podéis ver junto al cráter principal de
Kaali.
Además del cráter principal hay otros ocho cráteres secundarios esparcidos en un área de un kilómetro cuadrado.
El hotel que hay junto al cráter alberga un pequeño museo en el que hay algunos paneles explicativos y algunas muestras de meteoritos. Realmente el museo no es demasiado interesante, sobre todo teniendo en cuenta el disparatado precio de la entrada (45 coronas estonas, unos 3 euros lo cual es mucho en comparación con los precios habituales de los museos del país). Quizás la pieza más interesante sea el mayor fragmento del meteorito de
Kaali recuperado hasta la fecha. Un trozo de 28,4 gramos.
Lo que me resulta más interesante de este lugar es la repercusión que tuvo en las leyendas locales. Debió ser impresionante ver cómo un cuerpo ardiente de tantas toneladas se precipitaba sobre la tierra, seguramente hubo una gran devastación en la zona, probablemente incluso víctimas humanas. En el
Kalevala, que recoge las tradiciones finlandesas se hace referencia a esta tumba del Sol, pues los testigos de esta magnífica colisión pudieron pensar que el mismo Sol se precipitaba. También aparecen relatos similares en el folklore estonio y en algunas
Eddas germánicas. El mito de Faetón en versión nórdica.
Los restos arqueológicos de las inmediaciones del cráter muestran que la zona estuvo amurallada, posiblemente se consideró un lugar tabú al que había que proteger. Si te interesa el tema puedes encontrar muchos enlaces en
esta página.
Aprovechando las vacaciones en el Báltico también he visitado el
observatorio de Tartu. En este observatorio han ejercido como directores grandes astrónomos como
Friedrich Georg Wilhelm Struve (1793-1864) quien calculó la paralaje de Vega y catalogó 2714 estrellas dobles. También descubrió que la estrella Theta Orionis es séxtuple. Realizó comparaciones estadísticas entre estrellas dobles y múltiples. Otro de los directores insignes fue
Johann Heinrich Mädler (1794-1874) el mejor observador lunar de la primera mitad del siglo XIX. Su mapa lunar era tan completo que se consideró como una obra definitiva, lo cual hizo que muchos astrónomos dejaran de interesarse por la Luna.
En el interior del observatorio hay una interesante colección de instrumentos de época. No tuve la suerte de visitarlo a pesar de los esfuerzos del amable personal de la oficina de turismo de Tartu, que me atendieron fabulosamente. En agosto no hay nadie en el observatorio así que no me lo pudieron enseñar. Una razón más para volver a visitar este precioso país.
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2005-08-25, 12:14 | 9 comentarios