Plato es un interesante cráter del norte lunar, tiene 101 km de diámetro y toma su nombre del conocido filósofo griego
Platón. Al telescopio tiene el aspecto de un majestuoso lago negro, de hecho éste fue el nombre que le dió el gran observador
Hevelius, en 1647:
Lacus Niger Major. El nombre con el que lo conocemos en la actualidad se lo debemos a
Riccioli, que lo propuso en 1651. Esta gran mancha oscura es un excelente indicador de la magnitud y la dirección de la libración lunar.
El oscuro fondo del cráter contrasta con las claras montañas que lo rodean, sus paredes alcanzan una altitud de 1000 metros, con algunos picos que superan los 2000 metros y que proyectan
sombras sobre el fondo del cráter cuando el Sol está cerca del horizonte lunar. La imagen de las sombras la realicé el 16 de mayo de 2005 con unas condiciones de observación poco favorables, el tratamiento de las tomas es muy agresivo para evidenciar la evolución de las sombras sobre el suelo de
Plato
Si el telescopio es potente y la noche serena, se pueden apreciar hasta cuatro cratercillos de 1,7 a 2,2 kilómetros de diámetro (en realidad hay más cratercillos, pero los principales son cuatro). Con el método de la webcam se puede conseguir registrarlos incluso con telescopios pequeños, como demuestra esta imagen tomada con el
Maksutov Sky-Watcher de 127 mm que fue seleccionada como
Imagen lunar del día el 7 de abril de 2005.
Hay varias razones que justifican el interés por
Platón, por un lado tiene la curiosa particularidad de volverse más oscuro según asciende el Sol, en contra de la norma habitual que hace que las formaciones se vuelvan más claras. Al menos es lo que muchos observadores registran, ya que también hay estudios realizados con fotómetros que aseguran que el fondo de este cráter también se hace más claro cuando la fase lunar se acerca a la de Luna Llena. El motivo de que las formaciones lunares se vuelvan más claras obedece a que los suelos lunares están llenos de pequeñas grietas y fracturas que arrojan microsombras, hasta que el Sol las ilumina directamente desde arriba, es decir, cuando hay Luna Llena.
La siguiente imagen está tomada con el
Maksutov Intes Micro de 180 mm de
Jesús R. Sánchez. En ella se pueden ver con detalle hasta cinco de estos difíciles cratercillos.
El fondo del cráter posee la misma lava que el
Mare Imbrium. Su creación se remonta al período situado entre el nacimiento del mar y su inundación por las lavas oscuras y fluidas. A no ser que el impacto de
Plato hubiera excavado una bolsa subterránea de magma que lo hubiera llenado a continuación. Históricamente se han registrado algunos fenómenos transitorios en el cráter que permiten pensar en una actividad tectónica residual en nuestro satélite. Podría tratarse de bolsas de gas que emergen a la superficie a través de las fisuras del suelo. La verdad es que la auténtica naturaleza de estos
Fenómenos Lunares Transitorios aún se está debatiendo y como en el caso de los OVNIS hay dos bandos, el de los creyentes y el de los escépticos.
Las mejores noches para la observación de esta formación son la 8-9 o la 23 después de la luna nueva.
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L4: Montes Apeninos
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2005-10-25, 21:51 | 4 comentarios