Anoche las condiciones fueron variables. Me asomé por la ventana y el cielo estaba despejado, así que preparé el equipo y al llegar a la azotea me encontré con un frente nuboso que había cubierto buena parte del cielo, parecía que eran nubes pasajeras, así que esperé pacientemente hasta que el cielo se limpió. Había muy buena transparencia, pero la turbulencia era notable, así que no era una noche propicia para alta resolución. Hice algunas tomas con el Mak de 127 mm y también con el refractor ED 80.
Lo importante de esta afición es pasar un buen rato y eso lo conseguí de sobra. Disfruté de una espectacular vista de las grietas de
Gassendi y del irregular cráter
Schiller.
También disfruté con
Sinus Iridum, una de mis zonas preferidas de la Luna que será tema para el próximo artículo, y de sus alrededores, los
Montes Gruithuisen. También de
Copernicus que ahora muestra su espectacular sistema de rayos:
Y para terminar, un vistazo a
Saturno que empieza a quitarle el puesto de "rey de la noche" al planeta rojo.
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2006-01-11, 21:00 | 3 comentarios