Tras una prolongada sequía observacional, ayer retomé mis observaciones disfrutando del soberbio paisaje de
Copernicus y sus alrededores, los grandes cráteres del sur lunar y el norte, con
Plato mostrando un perfil más circular de lo habitual, debido a los efectos de la libración.
A pesar de las nubes (dato infalible: siempre aparecen después de subir el telescopio a la azotea, a pesar de que al mirar por la ventana está despejado) hice una serie de fotografías con webcam, utilizando el refractor
Sky Watcher ED-80 y una
PwerMate 2,5X de
TeleVue.
Es un espectáculo imponente ver cómo se desplazan las sombras en los alrederores de
Copernicus y en el cercano
Eratosthenes en las estribaciones de los colosales
Montes Apenninus. Junto al gran
Copernicus destacan los vistosos cratercillos de
Stadius, un antiguo cráter sumergido a bastante profundidad en el
Mare Imbrium (Mar de las Lluvias) que sobresale en algunas partes.
No es extraño que la visión de éste imponente cráter impresionara tanto a
Galileo Galilei que lo representara exageradamente aumentado en su dibujo de 1610. En favor de
Galileo cabe señalar que en la visión directa al telescopio, el cráter resulta mucho más llamativo que en fotografía.
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2006-10-02, 22:14 | 3 comentarios