, astrónomo y divulgador científico norteamericano con quien los astrónomos aficionados de mi generación tenemos una deuda impagable.
nació en Brooklyn en 1934, desde pequeño sus intereses se orientan hacia la Astronomía, en parte debido a su afición a los relatos de ciencia ficción cuya edad de oro coincidió precisamente con su adolescencia. Tras terminar sus estudios de enseñanza secundaria en Nueva York, se traslada a Chicago, en cuya Universidad se doctora y comienza a colaborar como asesor de la
, actividad que realizaría durante 30 años, participando en los programas de exploración planetaria
. La
era uno de los grandes centros del saber de la época, su departamento de Física giraba alrededor de
. En Astronomía estaba uno de los mejores planetaristas del mundo:
Su pasión por la ciencia y su afán por acercarla al gran público se tradujo en un buen número de libros y en una serie mítica: Cosmos.
En
Cosmos realiza un paseo por la historia de la Astronomía, explica el lugar que ocupa la Tierra en el Universo e introduce las teorías cosmológicas que intentan explican el origen de todo. En 13 capítulos de una hora de duración se hace un repaso general a los conocimientos astronómicos de la época. La serie tuvo récords de audiencia y su versión en papel ha sido el libro de ciencia más vendido del siglo XX.
Recuerdo que la sobremesa del domingo era el momento más esperado de la semana, para ver un nuevo capítulo de
Cosmos, en cada episodio lograba despertarme la curiosidad por algún nuevo aspecto de la Astronomía y a mirar maravillado la belleza del Universo.
En 1995, poco antes de su muerte, ve la luz
El mundo y sus demonios, auténtico evangelio del escepticismo, en el que arremete contra las pseudociencias, las supersticiones y explica que la ciencia es como
una luz en la oscuridad que nos ayuda a discernir la realidad de la fantasía.
Como científico demostró, utilizando observaciones en microondas, que la superficie de
Venus era extremadamente caliente y densa.
Sagan estudió el efecto invernadero provocado por el dióxido de carbono que elevaba las temperaturas de
Venus Esto le llevó a alertar de los peligros del cambio climático producidos por la actividad industrial del hombre.
Sagan también es conocido como uno de los coautores del artículo científico en el que se advertía de los peligros del invierno nuclear, un estudio basado en sus trabajos sobre la atmósfera marciana y los posibles cambios climáticos marcianos producidos por tormentas de arena.
Sagan fue uno de los primeros científicos en proponer la hipótesis de que
Europa, uno de los satélites de
Júpiter, podría contener un océano subsuperficial, sugiriendo la posibilidad de un posible entorno habitable. Este océano fue más tarde confirmado indirectamente por los resultados de la misión espacial
Galileo.
También concibió la idea de enviar un mensaje inalterable al espacio más allá del
Sistema Solar que pudiera ser entendido por una posible civilización extraterrestre que lo interceptara en un futuro. El primer mensaje así enviado fue una placa de oro en la sonda
Pioneer, posteriormente un disco de oro en las sondas
Voyager y el mensaje de
Arecibo.
En total fue coautor de unos 200 trabajos científicos de investigación en ciencias planetarias y sobre la búsqueda de vida extraterrestre.
También fue autor de una novela de ciencia ficción que alcanzó un éxito notable:
Contacto, en la que plantea la posibilidad de establecer contacto con una civilización extraterrestre y de la que hay una
versión cinematográfica protagonizada por
Jodie Foster.
Con información de
Wikipedia y de
Alberto Carrasco.
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2006-12-18, 12:36 | 6 comentarios