Hace unos minutos he subido a hacer unas fotografías de un par de satélites Iridium. No he tenido suerte, en buena parte por culpa de la puñetera
contaminación lumínica de Córdoba. Y digo yo, ¿para qué pierden el tiempo los señores políticos en crear una ordenanza municipal de protección del cielo pionera en nuestro país si luego saben a ciencia cierta que no se va a aplicar?
La
Vía Láctea ya no se ve ni siquiera desde los pueblos, cuando era pequeño las noches de verano me dormía mirando a las estrellas y destacaba nítidamente sobre el cielo negro. Ya hace años que desde el mismo sitio es imposible verla.
Si el problema sólo nos afectara a los
cuatro gatos que miramos el cielo, lo entendería. Pero la contaminación lumínica conlleva un derroche de luz tremendo y ese gasto energético innecesario supone millones de euros al año. Dinero que sale de nuestro bolsillo y que se podría dedicar a otros menesteres más necesarios.
Podría pensarse que este es el precio que hay que pagar por el desarrollo, pero no es cierto. Este verano pude ver desde el centro de
Viena en los conciertos al aire libre de la Rathausplatz muchas más estrellas que desde mi piso de
Córdoba, y
Viena tiene 1.650.000 habitantes, frente a los 300.000 de Córdoba.
Aquí os dejo una imagen de
Orión quemada por culpa de la CL.
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2007-01-07, 20:33 | 2 comentarios