Hace días que quería escribir este artículo pero al final me ha pillado el toro y lo publico justo un día antes de la Semana Santa. Con frecuencia hago recomendaciones de libros y la de hoy es de las que merecen la pena. Es el libro perfecto para unas vacaciones.
Esta foto incluye un detalle friki que sólo entenderán quienes hayan leído el libro ;-)
He disfrutado muchísimo con
El castillo de las estrellas, la segunda novela de nuestro amigo (y vecino en
Blogalia)
Enrique Joven. Enrique es doctor en Ciencias Físicas y trabaja como ingeniero senior en el
Instituto de Astrofísica de Canarias. También es un excelente divulgador como demostró en la magnífica serie de documentales
Un programa estelar y articulista de afilada pluma como podemos comprobar en los artículos que nos regala en su
blog.
Para no destripar la trama evitaré entrar en muchos detalles. Héctor, un jesuita dedicado a la enseñanza y aficionado a los misterios, dedica su tiempo libre a intentar descifrar el
Manuscrito Voynich, ya hemos hablado en el blog de este curioso libro que lleva varios siglos desafiando a los servicios criptográficos más prestigiosos del mundo. El manuscrito pasó una temporada en Praga durante el reinado de
Rodolfo II, ese estrambótico personaje, mecenas de astrólogos y alquimistas, y aficionado al esoterismo y a todo lo extraño. No en vano uno de los cuadros que de él se conservan es éste de
Arcimboldo:
En la corte praguense también se encuentran dos de los grandes genios de la historia de la Astronomía:
Tycho Brahe y
Johannes Kepler. Sabido es que
Brahe murió tras aguantarse las ganas de orinar más de lo deseable en honor a sus invitados, tal como mandaban las reglas de cortesía. El examen de sus restos arrojó un resultado inquietante: un contenido en mercurio muy por encima de lo normal, así que se empezó a especular si había sido asesinado y quién habría podido ser el asesino.
Kepler era uno de los sospechosos por razones obvias, estaba muy interesado en acceder a unos datos de observaciones que
Tycho le facilitaba con cuentagotas. La novela está muy documentada y hace un buen repaso a la historia de la astronomía de los últimos cinco siglos. Así que todo apunta a que es posible que los astrónomos hubieran estado en contacto con el libro, una de cuyas partes parece estar dedicada a la astronomía o a la astrología, en aquella época tanto daba.
En sus andanzas para descifrar el manuscrito, Héctor cuenta con la colaboración de John, un astrónomo inglés y de Juana una mejicana a la que descubriréis en la novela. El jesuita conoce a sus compañeros a través de una lista de Internet dedicada al
Voynich. El creacionismo, la separación entre fe y razón y otro asuntos más cotidianos como la especulación inmobiliaria también tienen su papel en la trama.
Otro de los elementos que me han ayudado a sumergirme en la trama han sido los escenarios. Se recorren varias ciudades que conozco e incluso los protagonistas pasan una noche en Roma ¡en el mismo hotel en el que yo estuve la primera vez que visité la Ciudad Eterna!.
Si queréis saber más, podéis visitar la página promocional que ha creado
Roca Editorial:
El castillo de las estrellas. Hay que felicitar a Enrique porque además de que el libro está siendo un éxito aquí, ya ha vendido los derechos para EE.UU. a
Harper Collins.
Más recensiones en:
El ruido de un trueno
El Lobo Rayado
Cuaderno de bitácora
Entrevista a Enrique Joven en Diario de Avisos
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2007-04-04, 13:42 | 5 comentarios