Acabo de volver de
Italia donde he pasado unos días recorriendo los lugares en los que
Galileo pasó sus mejores años.
Caminando por las pintorescas calles de
Padua uno encuentra placas conmemorativas que nos recuerdan al genio de
Pisa.
Galileo escribió que fue en
Padua donde pasó los momentos más felices de su vida. En aquella época conoció en
Venecia a
Marina Gamba, quien se convertiría en madre de sus tres hijos (dos hijas, nacidas en 1600 y 1601, y un hijo, nacido en 1606) a pesar de que nunca llegó a ser su esposa. Cada fin de semana navegaba hasta
Venecia para encontrarse con ella y cada lunes retornaba a
Padua para volver con su otro gran amor: la Ciencia.
Galileo fue profesor en
Padua desde 1592, en 1599 inventa el compás geométrico militar, una especie de calculadora. En
Padua también inventa el termoscopio, precursor del termómetro, una máquina para levantar agua y describió una nueva estrella en la constelación de Sagitario (la nova de 1604), seguramente su observación más importante de esos tiempos ya que lo impulsaría a cuestionarse el dogma aristotélico de la inmutabilidad de los cielos. Realmente no fue el descubridor de la nova, que se conoce como
Nova de Kepler.
No lejos de la basílica de
San Antonio de Padua (un santo que ni se llamaba Antonio, ni era de Padua) encontramos la casa en la que vivió, en la calle que hoy lleva su nombre.
En 1610 reinventa el telescopio tras tener noticia del invento holandés de
Hans Lippershey y muestra la isla de
Murano desde el
Campanile de
San Marcos en
Venecia.
En
Padua también se puede visitar un encantador observatorio astronómico. La
Specola nació en 1761 por decreto de la República Veneciana, como observatorio de la
Universidad de Padua. Cuenta con un pequeño pero interesante museo de objetos e instrumentos astronómicos.
Otro atractivo
astronómico de la ciudad es el reloj de la Piazza dei Signori, el más antiguo de su género en Italia, se trata de una reconstrucción del original de
Giovanni Dondi dell'Orologio construido en 1344 y destruido posteriormente en un incendio. Curiosamente falta el signo de
Libra, la balanza, en su lugar se ven las pinzas del
Escorpión la tradición cuenta que era una protesta de su creador alusiva a la injusticia que sufrió al recibir un pago inferior a lo acordado.
Otros viajes de interés para aficionados a la Astronomía:
Visita al Museo de la Ciencia "Leonardo da Vinci"
Un calendario solar en Milán
Una visita al Globenmuseum de Viena
Una visita al museo de la Ciencia de Londres
Una visita al Royal Observatory de Greenwich
Visita al Planetario de Praga
La tumba del Sol: un cráter meteorítico en Estonia
Arte astronómico I
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2007-04-10, 23:04 | 10 comentarios