En las últimas semanas no ha habido manera de acercar el ojo al ocular del telescopio, así que hemos cambiado la astronomía por otras aficiones. Nunca llueve a gusto de todos, las nubes que fastidian a los astrónomos aficionados son una bendición para los aficionados a la micología.
Este fin de semana he tenido ocasión de compartir una salida micológica con algunos miembros de la
Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Córdoba (FONACOR). Desde la Sierra de Córdoba se podía ver un precioso mar de nubes encima del Guadalquivir.
Como decía, las lluvias de este otoño han propiciado un buen año de setas. He hecho muchas fotos, como se puede ver en
mi Flickr, sobre todo de hongos del género
Amanita. Este género contiene cerca de 600 especies de hongos, incluidas algunas de las más tóxicas del mundo. No en vano el 95% de las muertes por envenenamiento de setas son debidas a alguna de las especies mortales del género, la mitad de ellas por la famosa
Amanita phalloides.
La imagen corresponde a una
Amanita pantherina una especie tóxica aunque sólo mortal en casos aislados.
En un prado, entre las briznas de hierba vimos un bichillo rojo que nos pareció un trocito de plástico...pero luego vimos que era un ácaro, se trata de un Trombidium, un ácaro de terciopelo. Los trombídidos son una familia de ácaros de terciopelo que se denominados así por su abundante pubescencia aterciopelada. Comen huevos de insectos cuando son adultos, pero comienzan como parásitos, atacando a insectos, arañas y opiliones. Con frecuencia los adultos emergen del suelos después de las lluvias para aparearse...así que este mozo iba buscando plan. Son peligrosos, transmiten la
enfermedad de Lyme igual que las garrapatas. En la foto se ve grandote, pero apenas mide 3 mm de largo, la macro es lo que tiene...
Este fin de semana intentaremos conjugar astronomía y micología, a ver si las nubes nos dejan.
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2008-10-22, 22:51 | 2 comentarios