En este magnífico montaje en time-lapse de Charlie McCarthy podemos ver cómo los insectos no son capaces de despegarse de una farola.
Ya sabemos que los insectos voladores suelen resultar molestos, así que no parece tan malo que millones de ellos mueran por culpa de las farolas en cada una de nuestras ciudades. Pero si pensamos en la biodiversidad y en el frágil equilibrio de los ecosistemas, el asunto deja de tener gracia.
Ya conté por aquí que muchas especies de luciérnagas están en serio peligro de extinción en Asia por culpa de la contaminación lumínica. También afecta en gran medida a los ecosistemas de las barreras de coral. Los corales crecen siguiendo los ciclos de luz de la Luna, así que la presencia de luces artificiales cerca les perjudica notablemente.