En la colina
Observatoriekullen ("la colina del Observatorio"), desde donde se divisa una excelente panorámica de
Estocolmo, se encuentra uno de los pocos edificios científicos de la Ilustración que quedan aún en la capital sueca. El observatorio, que se dedicaba a la astronomía, la meteorología y la geografía, se fundó por iniciativa de
Per Elvius, secretario de la Real Academia Sueca de Ciencias. El proyecto se inició en 1748 bajo la dirección del arquitecto
Carl Hårleman y se terminó en 1753.
Cúpula del Antiguo Observatorio Real de Estocolmo - Fuente: Wikimedia Commons
Su primer director fue
Pehr Wilhelm Wargentin, cuyo nombre resultará familiar para los observadores lunares. El cráter
Wargentin se encuentra en el suroeste lunar, al lado del cráter
Schickard.
Ubicación del cráter Wargentin - Virtual Moon Atlas
En esta excelente foto de
Damian Peach puede verse el trío formado por
Phoclydes (a la izquierda),
Nasmyth (en el centro) y
Wargentin (a la derecha).
Cráteres Phoclydes, Nasmyth y Wargentin - Fotografía: Damian Peach
El antiguo
Observatorio Real de Estocolmo en la actualidad alberga un pequeño museo dedicado a la astronomía y a la historia del edificio.
La visita comienza por el estudio de
Pehr Wilhelm Wargentin, que ostentó durante 34 años el cargo de secretario general de la
Real Academia Sueca de Ciencias.
Wargentin fue uno de los científicos más destacados de la época, de niño fue testigo de un eclipse de Luna y esto lo marcó para siempre. Pero sus intereses no se limitaban a la astronomía y meteorología, también estudió los censos de población del país y por ello se le considera el fundador de las estadísticas de población suecas.
Wargentin se mudó al observatorio con su familia el 12 de abril de 1753, y aquí residiría hasta su muerte en 1783. Durante muchos años fue el único empleado de la Academia de Ciencias y, por tanto, responsable de la correspondencia y administración de la misma.
Wargentin escribió un diario donde anotaba detalles de su vida diaria en el observatorio y de sus actividades científicas entre las que sobresale una serie de observaciones de las lunas de Júpiter. La creación del observatorio fue un gran motivo de alegría para el astrónomo y así lo manifestó en su diario “
[el día de la inauguración] fue el más alegre y glorioso que jamás había tenido la Academia”.
En la siguiente sala se conservan algunos telescopios antiguos y modelos didácticos para la enseñanza de la astronomía.
Era habitual que entre los cometidos de los astrónomos del siglo XVIII se encontrara la confección de registros meteorológicos. Los astrónomos buscaban patrones en el tiempo atmosférico similares al movimiento de cuerpos celestes. Las medidas iniciadas por
Wargentin han continuado hasta nuestros días. Desde 1756 se registra la temperatura y las precipitaciones tres veces al día en el observatorio, aunque en la actualidad las medidas son tarea del
Instituto Meteorológico e Hidrológico Sueco (SMHI).
En una de las habitaciones del museo se pueden ver 250 años de medidas de la temperatura en una banda de papel que recorre toda la pared de la sala. En ella se pueden ver las máximas y mínimas de cada mes desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
En la antigua sala del meridiano se determinaba la hora local de Estocolmo hasta el siglo XIX. En 1900 Suecia adoptó el horario de
Greeenwich. En los años veinte del siglo XIX el Meridiano de Estocolmo se trasladó a la nueva sala del meridiano. Los nuevos instrumentos son obra de los fabricantes
Reichenbach y Ertel de
Múnich.
Durante el siglo XIX el principal cometido de los astrónomos era la realización de medidas de posición para determinar el movimiento de distintos cuerpos celestes y la distancia hasta los mismos. Con el paso del tiempo fueron necesarios instrumentos cada vez mayores, por ello en 1871 se realizaron importantes obras en el edificio para instalar una cúpula que albergaría el nuevo telescopio refractor.
Wargentin participaba activamente en programas de observación con otros colegas europeos. En 1761 y 1769 hubo dos tránsitos de Venus por delante del Sol. Esta pareja de tránsitos fue la primera observada multitudinariamente desde los observatorios de todo el mundo, el tránsito anterior, que tuvo lugar en 1639, solo fue observado por
Horrocks y
Crabtree.
Wargentin organizó las observaciones astronómicas del fenómeno. Los tránsitos proporcionaban un método fácil de determinar el valor de la
unidad astronómica, es decir, la distancia que separa a nuestro planeta del Sol. Para ello, era necesario realizar medidas desde distintos lugares del planeta. En Suecia se observó el tránsito desde
Lund en el sur del país, hasta
Torneå en el norte.
Wargentin observó el tránsito desde los inmensos ventanales de la sala de observación del Observatorio Real en compañía de la reina, el príncipe heredero, un buen número de diplomáticos e incluso personas de la calle interesadas en observar el fenómeno. En el diario del astrónomo, se puede leer
“Este día, el 6 de Junio, muy esperado por todos los astrónomos, realicé con éxito observaciones de este raro fenómeno, el tránsito de Venus. Estaban presente Su Majestad la Reina, el Príncipe Heredero, un gran número de consejeros y embajadores extranjeros y una multitud, quizás demasiado numerosa, de espectadores de ambos sexos y de toda condición. El cielo era tan favorable para las observaciones como hubiera podido desear. El notable matemático Sr. Klingenstierna me ayudó en las observaciones, su mirada fija en el sol a través del nuevo telescopio Dollond de 10 pies con su ocular intermedio, que muestra los objetos casi el doble de grandes que el mío y, al mismo tiempo, con mayor claridad.[...] el Sr. Gadolin anunciaba en voz alta los minutos y segundos que marcaba el reloj.”.
Una maqueta instalada en la sala de observaciones recuerda la ocasión.
En 1761, precisamente durante este tránsito por delante del disco solar, el astrónomo ruso
Mijail Lomonosov anunció el descubrimiento de la atmósfera de Venus.
En la misma sala se encuentra un cuadrante inglés fabricado en 1757 por
John Bird, uno de los fabricantes de instrumentos más prestigioso de la época. El cuadrante se utilizaba para medir ángulos y fue muy utilizado durante las observaciones astronómicas hasta el siglo XIX.
En la sala del reloj se conserva un cronómetro inglés fabricado por
Molineux & Cope en un armario de caoba realizado por
Johan Öhman. En la misma sala hay otro reloj fabricado por
Nylander en 1798 que todavía en la actualidad muestra la hora solar de Estocolmo.
El
Gabinete de Curiosidades reúne una colección de objetos curiosos de los diferentes reinos naturales de la Real Academia Sueca de Ciencias de finales del siglo XVIII. Hay caparazones de animales exóticos, fósiles, minerales e incluso fetos con malformaciones.
La visita guiada se realiza en sueco o en inglés. Aunque el observatorio es pequeño, considero que es una visita obligada para cualquier aficionado a la astronomía o a la historia de la ciencia que visite la ciudad.
Fuentes:
Biografía en
Wargentin en Wikipedia
Página web del
Observatorio Real de Estocolmo
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2012-03-02, 10:56 | 5 comentarios