Este invierno no está siendo bueno para la Astronomía. Cuando no son las nubes, es el viento; el caso es que llevo varios meses sin sacar el telescopio
(*). Este fin de semana he podido desquitarme y disfrutar de una excelente noche de observación, a pesar de estar rodeado por chimeneas de vecinos echando humo. No les culpo, el termómetro marcaba 3 °C en la azotea.
La noche comenzó con una esquiva conjunción de
Mercurio y
Marte. El planeta rojo estaba muy cerca del horizonte y era difícil verlo a simple vista.
Mercurio seguirá viéndose los próximos días, cada vez a mayor altura sobre el horizonte hasta el próximo sábado 16, día en que llegará a su máxima elongación. Es una buena ocasión para ver un planeta que la gran mayoría de la gente no ha visto nunca.
Júpiter está ahora en muy buenas condiciones de observación, un telescopio con 900 mm de focal no es el mejor instrumento para hacer fotos de alta resolución, así que me entretuve en hacer esta animación del movimiento del planeta. Se pueden ver un par de satélites a la derecha que se acercan al planeta.
Con
Orión dominando el horizonte Sur no me pude resistir a hacer alguna toma de la gran
nebulosa M42. La primera está tomada con el refractor
Equinox 120ED y la segunda con el pequeño
ED80. En ambos casos utilicé exposiciones demasiado cortas, por eso al forzar los niveles el resultado no es tan limpio como sería deseable.
Lo mismo ocurre con esta foto de
Las Pléyades, que pedía más tiempo de exposición.
(*) La última vez que saqué el telescopio fue el 14 de enero por la mañana para captar esta imagen del Sol:
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2013-02-10, 22:39 | 9 comentarios