El Museo de la Edad Media (
Musée National du Moyen Âge) de
París es uno de los edificios medievales más bellos del centro de la ciudad. En su interior se puede ver el famoso tapiz “
La dama y el unicornio”. Pero pocos visitantes reparan en la torre octogonal situada en el patio de entrada. Aquí nació el
Catálogo Messier, posiblemente la lista de objetos más apreciada por los aficionados a la astronomía.
El primer astrónomo que se estableció en la torre fue
Joseph-Nicolás Delisle, miembro de la
Academia Francesa de Ciencias. A pesar de ser un hombre de familia acomodada, Delisle no disponía de una fortuna que le permitiera financiar sus investigaciones. En 1725 su vida dio un giro inesperado cuando fue llamado a San Petersburgo por el zar
Pedro el Grande para hacerse cargo de la creación de la escuela de astronomía de la Academia Rusa de Ciencias. A su vuelta a París en 1747, ya rico y famoso, pudo montar su propio observatorio en una torre del Hôtel de Cluny. El Hôtel de Cluny, que se alza sobre las ruinas de unas termas romanas del siglo IV, había pertenecido a la orden benedictina y, posteriormente, pasó a manos de la Marina Francesa. Delisle llegó al acuerdo de ceder el observatorio a la Armada Real a cambio de ser nombrado “Astrónomo de la Marina”.
Delisle no formaba parte del mundillo astronómico académico, así que podía dedicarse a sus propios intereses sin necesidad de atender obligaciones científicas.
Charles Messier fue acogido por el matrimonio Delisle, que no tenía descendencia, como si fuera su propio hijo. Las primeras tareas encomendadas al joven astrónomo consistieron en copiar mapas a mano y anotar registros de observaciones. Delisle había calculado la trayectoria del
M1 (Nebulosa del Cangrejo) ya había sido descubierto en Inglaterra por
John Bevis en 1731, pero Messier desconocía este hecho y tomó su observación por un descubrimiento genuino. De los 110 objetos del catálogo solo 44 son descubrimientos del propio Messier.
La primera versión del catálogo se publicó en 1771, año en que se mudó a un apartamento del Hôtel de Cluny, al lado del observatorio, con su esposa Marie-Madeleine Dordolot de Vermauchampt. En la Francia absolutista del siglo XVIII no era frecuente que un burgués contrajera matrimonio con una dama de la nobleza, pero su éxito como descubridor de cometas y su nombramiento de “Astrónomo de la Marina” le permitieron ascender en la escala social.
El Hôtel de Cluny en la época de Messier, nótese la cúpula del observatorio
Messier trabajó en la torre desde la década de los cincuenta del siglo XVIII hasta poco antes de su muerte en 1817. En el siglo XIX se desmontó la estructura de madera y cristal que alojaba los telescopios y en la actualidad no hay ni siquiera una triste placa que recuerde la historia.
Artículo publicado originalmente en mi sección
La Cara Oculta en la revista
AstronomíA, 166 (abril de 2013).
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2013-05-01, 10:45 | 2 comentarios